Los primeros dientes

Los primeros dientes… ¡Vaya época!

La dentición de los chicos suele ser motivo tanto de alegría como de ciertos pesares, ya que puede acompañarse de irritabilidad, malestar, diarrea y fiebre. Descubramos más sobre estos problemas a los que la Homeopatía da solución.

Por: Alberto Magón.

Una de las etapas memorables en la vida del bebé es la salida de su primer diente. Los padres muestran con orgullo la pieza que recién se asoma de las encías a los abuelos, los tíos, los hermanos, los amigos y los vecinos, y hasta le toman una fotografía para subirla a las redes sociales. Pero lo cierto es que esta etapa puede ser poco placentera para el niño, al grado de que su salud y comportamiento pueden alterarse.

La aparición de los “dientes de leche” (dentición primaria) comienza por lo general entre el sexto y el octavo mes de vida, y finaliza entre los 20 y 30 meses. En este proceso el chico se lleva los dedos y muchos objetos sucios a la boca para morderlos y chuparlos, a fin de calmar un poco la comezón que experimenta en las encías.

“La dentición puede ser poco placentera para el niño, al grado de que su salud y comportamiento pueden alterarse”.

Aunque lo consigue momentáneamente, facilita la entrada de todo tipo de gérmenes que ocasionan infecciones y síntomas que no sólo le afectan a él, sino también a sus padres, quienes se preocupan y duermen mal por el llanto del pequeño.

Entre los principales problemas encontramos:

  1. Fiebre.
  2. Resfriados y problemas de garganta.
  3. Diarrea y trastornos digestivos.

Otro hecho habitual es que el bebé toque y jale su oreja, sugiriendo dolor e infección de oído; no obstante, eso se debe a que el órgano auditivo y los dientes comparten terminaciones nerviosas, y de ahí el comportamiento del pequeño. La falta de apetito también es frecuente, pero se debe, más bien, a que las encías están lastimadas y sufren dolor al comer o chupar el pezón.

En fin, que para solucionar estos problemas lo mejor es dar masaje a las encías y ofrecerle al bebé una mordedera refrigerada (nunca congelada), ya que el frío calmará el dolor. También es viable utilizar un paño húmedo que haya estado en el refrigerador durante unos 30 minutos, pues su contacto aliviará las molestias; asegúrese de lavarlo siempre, después de que el bebé lo utilice.

No se aconsejan el chupón ni dejarle el biberón con leche para que se duerma, ya que la miel, la leche y los líquidos dulces propician la formación de lesiones en las piezas (caries de biberón).

Cuando el malestar sea muy intenso, se aconseja que los padres lleven al pequeño con el médico homeópata para que sea evaluado. Dicho especialista puede proporcionarle un medicamento homeopático, el cual es seguro, eficaz e inofensivo cuando se emplea adecuadamente, y permitirá restablecer el equilibrio emocional y físico del bebé de manera exitosa.

Referencias:

  • Jiménez Flores E, Rodríguez Leal CC. Cuidado dental infantil: mitos y realidades [Internet]. Ciudad de México: Asociación Dental Mexicana; cc2012 [citado 10 Ene 14]. Disponible en este enlace.
  • Zieve D, Eltz DR, Slon S, Wang N, editores. Dentición [Internet]. Bethesda, Maryland: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos / MedlinePlus; cc2011 [citado 13 Ene 14]. Disponible en este enlace.
  • Inga CJ, editor. Los bebés y la dentición [Internet]. Delaware, Estados Unidos: KidsHealth; cc2011 [citado 10 Ene 14]. Disponible en este enlace.

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