Insomnio, ese enemigo agotador

Insomnio, ese enemigo agotador

El Insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes en la población mexicana, tanto así que es muy fácil encontrar a algún familiar o amigo que lo ha experimentado en alguna ocasión.

Por: Isis María Infante Regalado.

Sin embargo, cabe aclarar que esta manifestación no sólo se define como la dificultad para conciliar el sueño, sino que se refiere, además, a aquellas ocasiones en que logramos dormir, pero es difícil mantenerse en dicho estado durante la noche. En consecuencia, la calidad del descanso es mala, provocándose cansancio o bajo desempeño durante las actividades diarias.

De acuerdo a la información proporcionada por la Sociedad Mexicana del Sueño (SMS), actualizada hasta el 2012, casi el 30% de los mexicanos han padecido en algún momento insomnio de forma aguda (hasta por tres semanas), mientras que el 10% lo vive de manera crónica (continua).

Las causas de este malestar son variadas; entre ellas encontramos el estilo de vida y el grado de estrés que manejamos, los trastornos neurológicos, las alteraciones de tipo respiratorio o gástrico, las consecuencias o los efectos secundarios por el consumo de algún medicamento o tratamiento médico, y sobre todo las enfermedades emocionales, como depresión o ansiedad.

“Casi el 30% de los mexicanos han padecido en algún momento insomnio de forma aguda, mientras que el 10% lo vive de manera crónica”.

Existen abundantes clasificaciones del insomnio, mismas que describen numerosos subtipos de este trastorno del dormir; sin embargo, una de las más sencillas es la que maneja el doctor Reyes Haro Valencia, miembro de la SMS y director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México:

  1. Insomnio inicial o primario: dificultad para conciliar el sueño al irse a dormir.
  2. Insomnio intermedio o secundario: interrupción del sueño durante la noche, con dificultad para reconciliarlo.
  3. Insomnio terciario o tardío: despertar demasiado temprano y que sea imposible reconciliar el sueño.

Cualquiera de estas tres formas resultará en una irritabilidad constante, cansancio, falta o dificultad de atención, debilidad de memoria, tristeza, intolerancia, aumento de la presión arterial, elevación de la glucosa, disminución en la circulación sanguínea, falta de aire con pequeños esfuerzos y acentuación del apetito.

Mucho mejor que contar borreguitos

Existen muchos tratamiento para este tipo de alteraciones del sueño, como las terapias ocupacionales, la práctica regular de ejercicio o una mejor alimentación; no obstante, lo más importante es identificar el origen del insomnio y llevar a cabo un tratamiento de manera integral.

Es por ello que los tratamientos homeopáticos presentan un mayor índice de resultados satisfactorios, ya que su acción se verá reflejada de la cabeza a los pies, además de que actuará favorablemente en las emociones y los pensamientos, mejorando el desempeño de las acciones cotidianas y reduciendo la propención a sufrir una experiencia bochornosa o, peor aún, un accidente por falta de atención o por quedarse dormido, por ejemplo, al manejar.

No lo dude y consulte a un médico homeópata calificado para recibir la atención que merece, de manera individulizada, y para tener por fin un descanso reparador.

Correo: isismainre@gmail.com

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