La migraña bajo control
La migraña o jaqueca es un dolor de cabeza muy molesto, casi siempre de gran intensidad, que se acompaña de sensibilidad a la luz y el sonido, palpitaciones y náuseas. Por fortuna, la Homeopatía puede aliviar este problema.
Por: Juan Fernando González G.
Quienes han sufrido un ataque de migraña describen que el fuerte dolor que se experimenta en la frente o las sienes es terrible. Este malestar, que frecuentemente se acompaña de nauseas, suele estar precedido o acompañado de ciertos síntomas que se denominan prodromales o aura, entre los que se encuentran alteraciones visuales, hipersensibilidad a la luz o al sonido, palpitaciones, desmayo y vómito.
La Homeopatía puede colaborar para controlar las molestias de este padecimiento a través de diversos medicamentos. Sin embargo, es pertinente recordar que este método médico clínico terapéutico es personalizado y por ello necesita diferenciar perfectamente los síntomas presentes en cada individuo.
Vamos a detalle
Para entender mejor esta postura, vea el siguiente ejemplo: un paciente con un dolor punzante, que resienta los estímulos luminosos o que incremente su malestar cuando se mueve o se expone al ruido, recibirá una medicación diferente que aquel que tenga migraña luego de realizar un esfuerzo mental o físico.
Los médicos homeópatas señalan que, con un tratamiento bien indicado, las víctimas de migraña tienen altísimas posibilidades de recuperar su estabilidad en un periodo relativamente corto, el cual, sin embargo, depende de ciertos factores: la pericia y el conocimiento del médico, la gravedad y el tiempo que el paciente ha convivido con la patología, así como las condiciones generales de salud del afectado, ya que es posible que haya otras enfermedades que agudicen el problema central, o bien, que disminuyan la capacidad de respuesta del cuerpo.
Modular la respuesta
Si bien se desconoce la causa de la migraña, se sabe que ciertos factores alteran la circulación sanguínea del cerebro. Desde el punto de vista homeopático, el problema radica en que el organismo reacciona de manera exagerada ante algunos estímulos (ciertos alimentos o bebidas, así como a la falta de sueño, por ejemplo).
Se trata del mismo mecanismo de las alergias, en las que el cuerpo reacciona de manera brusca o exagerada a sustancias o estímulos que debería tolerar. Por ello, el manejo de fondo de esta molesta enfermedad estaría dirigido a modular o reducir la intensidad de las reacciones bruscas del cuerpo al momento que tenga contacto con dichas sustancias.
Cuando se logra llevar al organismo a un estado de equilibrio o modulación, los síntomas de la migraña desaparecen o disminuyen notablemente, lo que también sucede con el tratamiento de las alergias y el asma. Cuando el cuerpo se regula, soporta el contacto con sustancias que, en otras circunstancias, le hacen reaccionar excesivamente.
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