“Botonazo” mexicano: un tercio de la población adulta sufre de obesidad

La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. México ocupa el quinto lugar en índices de obesidad a nivel mundial y ocupa el primer lugar en Latinoamérica. Representa un obstáculo significativo para la salud en nuestro país.

Por: Jesús Navarro Hernández.

¿Diste el botonazo? ¿No te queda la ropa? No estás solo, uno de los principales problemas de salud que enfrentan los mexicanos es la obesidad. De acuerdo con el sitio web del Gobierno de México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2023 revela que el 37.1% de la población adulta sufre de este padecimiento. Adicionalmente, según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad se ha casi triplicado a nivel internacional desde 1975.

Uno de los criterios más utilizados para determinar si una persona sufre de obesidad es el índice de masa corporal o IMC, que se mide de acuerdo con su peso y estatura. Además, ya existen tecnologías para medir el porcentaje de grasa corporal, y este dato puede incluirse entre los que arroja una báscula digital.

Entre las causas de la obesidad encontramos: comer en exceso, factores genéticos y un estilo de vida sedentario. Una vez que se haya determinado que efectivamente existe un problema de obesidad, es recomendable acudir a un médico –los especialistas que atienden la obesidad son los bariatras, nutriólogos o endocrinólogos, aunque también se puede buscar la atención de un médico homeópata calificado­– ya que esta condición se asocia con el desarrollo de varias complicaciones para la salud, como la diabetes mellitus, la hipertensión, los padecimientos hepáticos, los problemas cardíacos y los tumores malignos.

Un problema de peso

Según la Ensanut ya citada anteriormente, la segunda causa de consulta en servicios de salud ambulatorios es la agrupación de diabetes, enfermedad cardiovascular y obesidad. También es importante mencionar que, según datos del INEGI, las afecciones del corazón, diabetes, y tumores malignos fueron las tres primeras causas de muerte entre los mexicanos en 2019.

Más allá de los padecimientos físicos que puede ocasionar la obesidad, también es de suma importancia tomar en cuenta que esta condición está frecuentemente ligada con asuntos psicológicos como la ansiedad, la depresión y la baja autoestima. Todos estos síntomas emocionales pueden ser tanto la causa de la obesidad como el resultado de padecerla, o ambas.

¿Qué se puede hacer al respecto? El Gobierno de México recomienda una serie de medidas que incluyen: llevar una dieta balanceada en la que se limite el consumo de grasas, aceites, endulcorantes y sal, y se incremente el de frutas y verduras; tomar agua potable en abundancia y tener por lo menos 30 minutos de ejercicio diarios.

Sin duda, la constancia en estos hábitos de vida redundará en beneficio de tu salud física, emociones e imagen. Además, tus botones lo agradecerán.

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Es importante señalar que el tratamiento homeopático no solo nos ayuda a controlar el peso corporal, sino que también nos permite atender aquellos factores emocionales (ansiedad, nerviosismo) que pudiesen estar detrás de los desórdenes alimenticios. Así, la valoración detallada del caso y la prescripción individualizada de una o un médico homeópata, junto con la adopción de hábitos de vida saludable, pueden proporcionarnos una curación global y profunda.

Referencias

¿Índice de Masa Corporal?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el índice de masa corporal es un indicador que se aplica en personas adultas; se obtiene al dividir el peso en kilogramos, entre la estatura en metros elevada al cuadrado: kg/m2.

Un IMC igual o superior a 25 significa que la persona tiene sobrepeso (que ya es una condición de riesgo para desarrollar enfermedades), en tanto que uno igual o superior a 30 indica obesidad.

En el caso de una persona adulta con un peso corporal de 98 kilogramos y una estatura de 1.70 metros, por ejemplo, debemos dividir 98 entre 1.70 al cuadrado, es decir: 98/1.70 x 1.70,  lo que nos da como resultado 98/2.89 y, finalmente, 33.91, de modo que estaría en el rango de obesidad.

Idealmente, el resultado obtenido a través de esta fórmula debe complementarse con mediciones adicionales, como el perímetro de la cintura o el porcentaje de grasa corporal.

Cabe señalar que el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes no se estima con el IMC, sino a través de gráficas como las curvas o  patrones de crecimiento de la OMS.

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